Easter Octave Saturday , Esmeraldas, Ecuador – Mercedes Stability 10 April 2021 By Fr. Stan Gumula
Acts 4: 13 – 21; Mark 16: 9 – 15
Congratulations, Mercedes! What great joy fills our hearts as you renew your vows and transfer your stability to our beloved community. This is a day the Lord has made and we rejoice exceedingly to be a part of it. For after much prayer and four years of the experience of the monastic life here, you petitioned the community to be allowed to change your vow of stability. Benedictine / Cistercian monks and nuns are uncompromising when it comes to stability. Unlike most religious in the church who frequently experience a different community, we are bound closely to the community in which we first heard the call of God. We change it at the risk of our very vocation. And in your case, Mercedes, you had two communities to whom you were closely bound: your original community in Argentina and the foundation in Nicaragua which you helped establish and in which you played such an important part.
Change of stability requires a special gift of the Holy Spirit, the gift highlighted in today’s first reading: boldness, parrhesia in Greek. It is not boldness in the sense of recklessness, but in the sense of the deep conviction of the presence of the Holy Spirit within; it is the assurance that God is with us and in us and is working through us. It is the boldness which allows us to address God as our Father in the prayer which Jesus taught us; it is the boldness which allows us to believe that what we ask for in prayer we will receive; it is the freedom to stand before God with the utmost confidence and security; it is the conviction that we are in the presence of someone who loves us and will do nothing to harm us; it is the boldness which allows Saint Paul and us to look to God with unveiled faces. In other words it is a boldness not based on our own strength, good works or pious intentions, but on the presence of the Holy Spirit within us.
Mercedes, I give thanks to God that you have allowed the Spirit to dwell and act within you and through you. I rejoice in your conviction that the Lord wanted you to cast your lot with these Sisters in this holy place of Santa Maria de la Esperanza in Esmeraldas, Ecuador.
My prayer is that God may fulfill the desires of your heart to be one with him and to grow in oneness with your sisters in the love, communion and koinonia which the boldness of the Holy Spirit has inspired in you.
SÁBADO DE PASCUA – ESTABILIDAD DE MERCEDES — 10 abril, 2021
Hechos 4: 13 – 21; Marcos 16: 9 – 15
Felicitaciones, Mercedes. Qué gran alegría llena nuestros corazones al renovar tus votos y transferir tu estabilidad a nuestra querida comunidad. Este es un día que el Señor ha hecho y nos alegramos enormemente de ser parte de él. Porque después de mucha oración y de cuatro años de experiencia de la vida monástica aquí, pedisteis a la comunidad que te permitiera cambiar tu voto de estabilidad. Los monjes y monjas benedictinos / cistercienses son feroces, radicales, cuando se trata de la estabilidad. A diferencia de la mayoría de los religiosos de la Iglesia, que con frecuencia experimentan una comunidad diferente, nosotros estamos estrechamente vinculados a la comunidad en la que escuchamos por primera vez la llamada de Dios. La cambiamos a riesgo de nuestra propia vocación. Y en tu caso, Mercedes, tuviste dos comunidades a las que estabas vinculada: tu comunidad original en Argentina y la fundación en Nicaragua que ayudaste a establecer y en la que desempeñaste un papel tan importante.
El cambio de estabilidad requiere un don especial del Espíritu Santo, el don destacado en la primera lectura de hoy: la audacia, parrhesia en griego. No se trata de audacia en el sentido de temeridad o imprudencia, sino en el sentido de la profunda convicción de la presencia del Espíritu Santo en nuestro interior; parrhesia es la seguridad de que Dios está con nosotros y en nosotros y actúa a través de nosotros. Parrhesia es la audacia que nos permite dirigirnos a Dios como nuestro Padre en la oración que Jesús nos enseñó; parrhesia es la audacia que nos permite creer que lo que pedimos lo recibiremos; parrhesia es la libertad de estar ante Dios con la máxima confianza; parrhesia es la convicción de que estamos en presencia de alguien que nos ama y no hará nada que nos perjudique o que pueda hacernos daño; parrhesia es la audacia que permite a San Pablo y a nosotros mirar a Dios con el rostro descubierto. En otras palabras, parrhesia es una audacia que no se basa en nuestras propias fuerzas, en nuestras buenas obras o en nuestras piadosas intenciones, sino en la presencia del Espíritu Santo en nosotros.
Mercedes, doy gracias a Dios porque has permitido que el Espíritu habite y actúe en ti y a través de ti. Me alegro, me regocijo de que te hayas convencido de que el Señor quiere que eches tus raíces con estas Hermanas en este lugar de Santa María de la Esperanza en Esmeraldas, Ecuador.
Mi oración es que Dios cumpla los deseos de tu corazón de ser uno con Él y de crecer en unidad con tus hermanas en el amor, la comunión y la koinonía que la audacia del Espíritu Santo ha inspirado en ti.